
Una vez me dijeron que tengo facilidad para enamorarme de hombres tristes. Nunca le dí importancia hasta que poco a poco me fui dando cuenta. El amor, recién descubierto, resultó un sentimiento muy desagradable, parecido a una grave enfermedad nerviosa -quien se haya enamorado alguna vez, sabrá entenderme-. Cuando quieres a alguien, duele. No es necesario que sea una persona equivocada.
Nunca le dije a nadie que él fue el primer chico en romperme el corazón, y también el único. No sé por qué las personas tenemos tendencia a arrepentirnos de nuestros actos cuando ya no tienen remedio.
Tal vez sea cierto y me gusten los hombres tristes. Durante mi adolescencia, nunca fui feliz en ninguna parte. No me faltaban motivos, cierto es. Era más bien una cuestión de talento. Hay gente que no sabe ser feliz, y yo era una de ellas.

El
amor parece
cosa sabida cuando lo lees en un
libro. Cuando
te enamoras, ves con tus
propios ojos que
nadie puede aconsejarte, que tienes que
decidir
por tu cuenta
No hay comentarios:
Publicar un comentario