martes, 20 de marzo de 2012

Me enseñaron a no escribir cuando los sentimientos inundasen mi corazón y la existencia de Cupido brillase en mi sonrisa. Me repitieron que los grandes maestros de la literatura no escribieron sus mejores obras románticas cuando estaban enamorados. Hicieron inca-pié en que nunca me dejase llevar por mis sentimientos, y mucho menos que dejase que influyeran en mis textos. Pero he llegado a un punto en que todos mis sentimientos se resumen en uno. En él. ¿Por qué él? Ya no es porque me quiera, me cuide y esas cosas bonitas. Lo que quiero decir es que ya hasta sus groserías me parecen lo más bonito del mundo. Y que ya no podría vivir sin su cara de bicho, la palmada en el culo que pica, las miradas que en realidad no dicen nada, aunque siempre se diga que dicen todo. Ya no puedo sin esas cosas. Sin el buenos días, sin el buenas noches. Ni siquiera me atrevo a pensar qué sería de uno de mis días sin esas pequeñas cosas. Sin mi corazón acelerado, y sin esos nervios primerizos de las niñas enchochadas cuando quedan con su amor platónico. Y ahí es donde deja de ser platónico y pasa a ser real...Y ahora tú eres real. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Hay gente que no te cambia la vida. Hay gente que sólo te cambia un día, que aparece ese día y consigue que no tires por el camino equivocado. Y esa gente también se merece un reconocimiento.Yo te reconozco a ti. Porque cuando apareces me calmas. Consigo ver las cosas desde otro punto de vista. Y no eres el hombre de mi vida. No vienes a salvarme. Pero tus palabras me ayudan a salvarme a mí misma.


¿Sabes qué te pasa conmigo? ¿No? Te lo voy a decir. Te acojona, te da pánico volver a querer a alguien, tienes miedo de volver a sentir algo tan fuerte como lo que una vez llegaste a sentir. Pasas de enamorarte porque lo que menos quieres es que te vuelvan a joder como ya lo hizo ella. Por eso actúas así conmigo. Pero no puedes evitarlo, porque aunque no quieras sentir, tu corazón cada día te habla más de mí. Y tu erre que erre. Cuando parece que estamos a un paso de conseguirlo pasa algo que hace que volvamos diez pasos atrás. Y así estamos. Avanzando y retrocediendo. Porque lo quieres todo. Me quieres a mí pero sin estar conmigo. Y las cosas no funcionan así. Que yo paso de los "ni contigo ni sin ti". Y lo único que consigues es marearme. Arriésgate cojones! Que sí, que lo más sencillo es tomar siempre el camino fácil. El de volverte un cabrón y buscar los besos de mil bocas distintas por los bares. El de tontear con todas y no sentir nada por ninguna. Pero a ti eso ya no te vale, porque aunque no me lo digas sé lo que hay. Y aunque a veces me hagas daño con tu pasotismo y con tus idas y tus vueltas, cada vez me vas necesitando un poquito más. Si no me quieres contigo dilo. Cuanto antes mejor. Y si quieres, aunque dudes y tengas miedo, arriésgate. Porque tienes muchísimo que ganar y muy poco que perder. Tú eliges.