Cuando queremos no mirar algo, lo primero que hacemos por instinto es mirarlo Será el saber a qué nos podemos enfrentar. Por eso, cuando queremos no enamorarnos de alguien terminamos más pillados que nunca, más que si desde un principio quisiéramos tenerlo tan claro y nos obsesionasemos con esa persona. El amor es un instinto, una acción contradictoria del corazón conforme a nuestros pensamientos.

A lo mejor te pasas media vida esperando a una persona que jamás llegará, ¿sabes? Y te decepcionarás cuando te des cuenta de que es teóricamente improbable que eso ocurra. Llegarán otras personas, no tan buenas como la que en un principio esperabas, pero sí serán personas que te harán feliz, aunque tan sólo una mínima parte de lo que esa persona especial te haría, pero estas persona son muy efímeras y tú necesitas a alguien para toda la vida. Y así, poco a poco te irás conformando con las personas que aparecen en tu vida, y te aguantarás con lo único que tus manos pueden alcanzar, y serás feliz, sí. Y quizás el último día de tu existenccia llegue esa persona indicada y por fin podrás decirle "Me he pasado esperándote una vida entera."

Si sabes lo que eres, consigues lo que quieres.

Me considero una más de esas que consiguen todo lo que se proponen, de las que tienen la cabeza cerrada y no se les escapa ninguna ilusión. Soy una más de esas que no son fáciles, a las que no te ganas con una sonrisa y cuatro palabras bonitas. Pertenezco al club de las que tienen una sonrisa aunque el mundo le pese toneladas. Me canso pero aun así sigo caminando. No soy perfecta, pero...tengo todo lo que quiero.

Cambiaré de vida

Triste, como un perro en la autopista, como una tortuga con prisas, con una monja en un burdel. Solo, como cuando tu te fuiste, como cuando no te rozan unos labios de mujer. Hoy me he vuelto a ver absurdo como un domingo por la tarde, como las balas por el aire, como el puto despertador. Inutil, como los besos que no diste, como un cuerpo que se viste cuando me desnudo yo.
Como un borracho en el desierto, como una princesa en el metro, como un reo sin voz, como una navidad sin techo, como un delfín en el mar muerto, como la lagrima que moja tu colchón. Vacío, como el corazón del rico, como el bolsillo del mendigo, como los besos de alquiler. Confuso, como una noche sin abrigo, como las frases que ya no te escribo oa´ que vuelvas otra vez.

Lo único que puedo ofrecer los 365 días del año es una sonrisa cortés, una mirada perdida y el alma llena de pena.

Recuerdos

Una sonrisa en la cara que alumbra a todo el mundo, dos ojos que me envuelven en su alma, tres segundos los que tardo en reaccionar, cuatro veces mira al lado esperando mi respuesta, cinco son las veces que pienso lo que tengo que decirle, seis lo que repito mentalmente las palabras, siete veces pestañea, ocho letras tiene mi respuesta, nueve estrellas hay en el cielo, diez números cuento antes de hablar, por fin me decido. Te quiero.

¿Sabes por qué dices eso? Porque tienes miedo a que te diga que no, porque es más bonito vivir pensando que tienes una posibilidad, ¿no? porque si te dice que no, ya no tienes nada..

Sobredósis melancólica

Muchos me consideran fría, calculadora y sin escrupulos, toda una máquina de producir dolor. Otros, piensan que soy una rompecorazones, que no tengo sentimientos, que no pienso en los demás. Mucha gente piensa que lo único que me divierte en la vida es odiar y criticar a otras personas, que soy una egocéntrica, pero no es así, porque tras cada sonrisa y tras cada lágrima hay una historia, y cada persona tiene la suya...

Me he caído, me he levantado, y he repetido esa serie de acciones unas...trescientas cuarenta y cinco mil seiscientas ochenta y cuatrocientas veinti y siete veces en mi vida, pero estoy aquí. Todavía puedo alzar la cabeza y esbozar una sonrisa a mis enemigos, mientras mis lágrimas expresan el cariño a los míos. Soy fuerte, pero no insensible. Lo he pasado mal, he llorado muchas veces de alegría, pero otras muchas más de pena. Se me ha ido gente, y he perdido el contacto con personas importantes, he fallado en lo que más me importaba, me he desilusionado, he perdido las esperanzas, me he puesto de los nervios, y me he sacado miles defectos en los peores momentos. Sí, me he desquiciado conmigo misma y he llegado a odiarme, pero cuando la vida te enseña unas cuantas lecciones quizás un poco antes de tiempo entiendes que eres la única persona con la que vas a pasar el resto de tu vida y que tienes que aprender a apreciarte, pues si tú no lo haces, nadie más lo hará. Y al final de todo, va a dar igual todo lo que la gente piensa y diga de ti, porque ninguno de ellos va a llegar a comprender lo que sientes y lo que sucede dentro de ti. Porque no hay camaras ni micrófonos en tu corazón o en tu cerebro, porque nadie va a llegar a sentir los palos de la vida igual que tú. Porque por muchos y verdaderos amigos que tengas, ninguno va a llegar comprender lo mal que te sientes al perder un amor, ni al discutir con tu madre, ni el mejor de los mejores amigos puede llegar a entender lo desilusionado que estás cuando pierdes...un partido de fútbol con tus amigos. No quiero decir que un amigo no valga para nada, porque vale mucho más que todo y sin ellos no somos nada. Confía en tus amigos, pero confía más en ti.





                  [Soy capaz de todo]

Sueños,realidad.

Deseaba no volver a soñar nunca más. No quería tener más sueños ni más ilusiones que corrieran el riesgo de romperse. Por primera vez en mi vida, me conformaba con lo que tenía y dejaba atrás la opción de sacarle más partido; por primera vez en mi vida estaba siendo feliz y las cosas me estaban saliendo bien como para poder pedir más. Quiero decir, que a veces tenemos todo lo que queremos excepto lo que necesitamos, y a veces no necesitamos más de lo que tenemos, pero cuando la felicidad llama a tu puerta y la dejas entrar, no puedes pedir que venga acompañada de nada más, pues se marchará. Ahora, me gusta más vivir de la realidad aunque parezca más dura, porque así sé que nunca voy a desilusionarme pues nunca voy a esperar nada de nadie; es lo bueno de no tener nada, que no puedes perderlo.

He dejado de soñar contigo por las noches, me gusta más pasar los días junto a ti.

Cuando la realidad supera a los sueños, te sientes vacío, abatido, pero en realidad eso no es motivo de desilusión, porque la única forma de que un sueño desaparezca, es que se cumpla...

imposible/improbable

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosimil, que no se funda en una razon prudente... Puestos a escojer, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica... Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedio. Que los Baron Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedio. Nadal desbancando del número uno a Federer; Una periodista convertida en princesa; El doce uno contra malta. El amor. Las relaciones, los sentimientos... no se fundan en una razon prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definicion, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es... que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase....no es imposible, por lo que vale la pena intentarlo.

Princesa.

Apenas sentia mi propia respiración. Las últimas dos horas estaban borrosas en mi mente. ¿De qué forma había hecho las cosas para que salieran tan sumamente mal? Sólo sentía su mano, agarrando la mía de una forma en la que intentaba decirme "no te voy a dejar ir, no ahora". Señañaba una parte de la ciudad desde el tejado y añadía "allí, allí iremos" como cada día. Era nuestro sueño. "Estás loco, ¿lo sabes?" Siempre se lo decía, para que supiera que esa idea suya me parecía absurda. "¿Me quieres?" me preguntaba. "Sí." ."Entonces me da igual estar loco". Sus palabras se me clavaban hasta lo más profundo de mi alma.

"Prométeme una cosa" me dijo un 13 de marzo, siguió hablando sin que yo hubiese contestado como dando por hecho que no rompería nunca esa promesa, "Si algún dia no estoy, ve allí, donde te estoy señalando. Te espera una sorpresa, ¿vale? Ah, y por favor, nunca olvides que te quiero. Nunca." A la mañana siguiente él no estaba. Entre lágrimas recordé lo que me dijo, nuestra promesa. A duras penas y tras muchas horas de buscar calles, llegué hasta ese sitio. Tan sólo había una pared en la que ponía "Siento haberte asustado, sólo quería que supieras que venir hasta aquí no era tan absurdo como decías. Te quiero, no lo olvides nunca...Ya no estoy aquí, no podré volver, echaré de menos tu perfume, tu sonrisa. Estoy loco, ¿verdad? Pero te digo un secreto, las mejores personas lo están..."

Me da igual los años que pasen. Las arrugas que te salgan. La extrañísima forma de cómo te ríes. Me dan igual tus manías. Tu mal genio al despertar. Tus risas tontas. Tu cara de asco. Tus pocas ganas de cocinar. Me da igual los segundos que no pases a mi lado, sé que voy a pasar una vida junto a ti.

Vamos a dejarlo ya.

-Vamos a dejarlo ya, ¿no?
-No. ¿Por qué ibamos a dejarlo ahora?
-Me he cansado de discutir contigo. Quiero que volvamos a estar como antes.
-Tú y yo nunca hemos discutido.
-Ya me entiendes, quiero que volvamos a ser tan amigos.
-Peo eso ya no se puede.
-¿Por qué?
-Porque me has mentido. Mucho, y muchas veces.
-...No era mi intención.
-¿Entonces por qué lo hiciste?
-Por mí. Porque a la larga pensé que sería mejor.
-Ese es tu fallo, sólo piensas en ti, tú no pensaste  en el daño que a mi me podría hacer.
-Pero era verdad, yo te quería.
-De tanto decorar verdades acabaron ser mentira. No vamos a dejar nada, porque no hay nada empezado.
-¿Qué quieres decir?
-Que tú y yo ya no somos nada.

Me he hecho fuerte. De tantas veces que he caido, ya apenas me duelen los golpes. De tantas veces que me han mentido, ya no diferencio la sinceridad, ni siquiera de cada una de mis palabras. Ahora mismo puedo estar diciendo la verdad o fingiendo que tengo una barrera en mi corazón y que ya nada me puede parar, cuando en realidad soy lo más vulnerable de por aquí. Pero no. Soy fuerte, y ya no siento dolor ante nada ni ante nadie. Ni mil toneladas podrían retenerme ahora. No me importan tus palabras, no me importan tus miradas, no me importa lo que pienses, no me importa tu indiferencia, no me importa que no te importe, porque ya, no me importas. Tu presencia carece totalmente de un significado sentimental hacia mí. Puedo odiarte, puedo olvidarte, puedo quererte, pero créeme que lo mejor se me da es ignorarte. Hacerte el vacío. Hacer que no existas. Perderte de vista. Darte la espalda. Hacerte creer que me duele hasta que pienses que no eres nada. Se me da tan bien que me lo he creído hasta yo. Te he odiado tanto que me he hecho daño, pero he conseguido convertirlo en indiferencia. Y aquí estamos, tú, y yo, como si nada hubiera pasado.

Abuelo

Años, han pasado años. Todavía no he olvidado los paseos agarrada de tu mano. No he olvidado las canciones. Tus solos de guitarra. La forma que sonreías, esa que me hacía tan feliz. No me olvido de las tardes en tu casa, de los dibujos en tu tele en blanco y negro, ni de las meriendas de la abuela. Estuve poco tiempo junto a ti y lo sé. Odio que pasáramos tan poco tiempo juntos. Ahora tú ya no estás aquí y de la única forma que puedo recordarte es mirando en mi interior y sacando lo mejor que tengo de mí, ser de tu familia. Son pocos los recuerdos en fotos, pero están llenos de sentimiento.Me gusta recordarte feliz, como tú siempre solías ser, me gusta pensar que allí donde estés, estés orgulloso de mí, tanto como yo lo estoy de ti por ser mi abuelo. Echo de menos tener a alguien que me llevase al parque y me comprase cosas, pero echo aún más de menos tener siempre unos brazos que me agarrasen por si yo me caía y un corazón que latiese por mí. Te quiero, abuelo.

-Cuando abras esta caja, te embargará una sensación de felicidad que muy pocas cosas en esta vida igualarán, y cuando eso ocurra, tú ya no recordarás estas palabras. Pensarás que todo esto que te voy a contar es mentira, y dudo mucho que te entre en la cabeza, pero no soy un ilusionista. ni hago milagros, pequeño. Soy mago, y mi deber no es hacer magia, si no que tú creas en ella.

-Entonces, cuando abra la caja, ¿ qué pasará ?
-Te acordarás de todos tus seres queridos, en especial de esos que ya no están.
-¿Y eso es magia?
-Claro que sí, pequeño. La magia de los recuerdos.