sábado, 23 de abril de 2011

Salté. No me importó lo que pudiera haber abajo. Lo hice. Me daba igual si la piscina estaba vacía o había mil colchonetas que me hiciesen volver a subir. Querías una prueba de que te quería y te la di. Pero ni siquiera aceptaste eso. Porque yo nunca fui importante para ti, ¿ no es cierto ? Sólo querías jugar. Y qué mejor entretenimiento que una persona que depende de ti... Ahí fue cuando mi corazón se rompió por primera vez. Umm, dolió, sí. Pero me sirvió como armadura para las próximas veces que te dispusiste a hacerme daño; No fueron pocas, pero las soporté. Creo que lo más molesto de todo es que aún seguimos como si nada hubiera pasado entre nosotros, aunque ambos sabemos que sí... Por eso tengo miedo, miedo de caer otra vez. De que puedas volver a hacerme daño. Miedo de ti. De lo que puedes hacer conmigo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario