miércoles, 10 de agosto de 2011

Es... Es como ahogarse. Sabes que debes nadar, y los primeros minutos lo intentas. Tratas de resistirte, braceas con toda tu fuerza, y no lo consigues. Y entonces tu cerebro empieza a apagarse, y te relajas. ¿De qué sirve nadar si no vas a conseguir nada? Así que bajas los brazos lentamente, y te dejas arrastrar.No hay dolor.
No puedes procesarlo, tus sentidos están completamente embotados. 'Te estás ahogando' grita una voz apagada en tu cabeza. Demasiado apagada para no ignorarla. De modo que te hundes, poquito a poco, y cada vez sientes que la relajación es mayor. Así es enamorarse de ti, cielo.Con tu hermosa sonrisa y tus malditos ojos absorbes todo, como si tuvieses gravedad propia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario