Me gustaría contar contigo a cada minuto. Que te preocupes por cómo estoy. Que podamos comunicarnos con miradas y no nos hagan falta más palabras. Que puedas perdonarme y que a mí no me haga falta que me pidas perdón. Que podamos ser libres los dos, pero cada noche nos haga falta el otro para complementarnos. Que las lágrimas sean sólo de alegría y nis sirvan como agua. Me gustaría que tuvieras sed de oírme reír; pues yo tengo hambre de ti. Que no te importen mis costumbres, que te hagas la idea de que los domingos por la mañana son totalmente de resaca. Que soportes mis manías, y no te importe verme despeinada cada mañana. Que me perdones si se me olvida comprar el pan o si se me caen repetidas veces el mando de la tele. Que adores mi risa tonta y no soportes la mala letra de la lista de la compra. Que te rías al ver que me quedo dormida en el sofá por las noches y al ver cómo siempre llego tarde a todas partes. Que tengas hechas varias copias porque te acostumbres a que pierda las llaves de casa cada semana.Que aguantes mis cambios de humor, y que adores cada mañana que me despierto sonriendo y abro las cortinas de par en par. Que envidies mi acento francés pero te rías de mi escasa pronunciación anglosajona. Que no seamos capaces de comer pan de ayer y que en nuestra nevera nunca falte helado de chocolate. Que vivamos en un pequeño piso de Montmartre y me acompañes cada día a recorrernos un trocito más de París. Que tengamos nuestro rincón y que nos conozcan en Les Deux Moulins por pedir un capucciono con dos croissanes cada día. Que me quieras y que te quiera, que podamos ser solo uno.
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