martes, 24 de mayo de 2011

-Hola, bienvenidas al club de los corazones rotos. ¿Es vuestro primer año?
-Sí...
-¿Cómo os llamáis?
-Ilusiones.
-¿Apellido?
-Rotas...


Te das cuenta de que las cosas no siempre salen como tú quieres. A veces se te tuercen las ideas. O tienes que escoger caminos distintos a los que en un principio deseabas...Te molesta, te enfadas, gritas, lloras de rabia. ¿Y qué haces? ¿Abandonas? O, ¿sigues intentándolo? A veces nos damos por vencidos con cosas que realmente valen la pena, e intentamos de más cosas que no tienen ninguna salida, habla la voz de la experiencia. Es estúpido quedarse de brazos cruzados cuando lo que más quieres está a la vuelta de una manzana y no haces nada porque te da miedo dar dos pasos sobre cemento mojado. Luego... hay otras veces que das un paso en falso y te quedas atascado. Vaya, tienes un pie en el cemento y lo tuyo nunca ha sido mantener el equilibrio. ¿Te arriesgas? ¿Retrocedes? ¿Esperas a que el cemento se seque? Y luego qué. Si el tiempo nunca cura nada; al revés, suele estropearlo. Quizás cuando hayas podido escapar de donde te habías estancado o una de dos, te has olvidado de lo que querías, o eso se ha ido. Puede que lo mejor hubiera sido quedarse en el cemento...O haber buscado otra manera de ir hacia allí.

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