domingo, 27 de noviembre de 2011

Creo que tengo que hablar contigo, pero no sé por dónde comenzar. Sé que se suele empezar por el principio, pero ni yo sé cuál es el principio de todo esto, así que empezaré por cuando nos conocimos...Cuando te vi por primera vez pensé que iba a necesitar muchísima paciencia para aguantarte, y ahora lo que pido es tiempo para poder conocerte. Pensé que tu prepotencia iba a interponerse entre una cosa llamada amistad, y al principio fue así. Nuestra "amistad" no era normal. Hubo un tiempo en el que nuestras mayores muestras de cariño eran golpes, pero cuando estábamos solos era imposible que la sonrisa se fuese de nuestras caras. Momentos como esos fueron los que hicieron que nuestra amistad pasase a ser algo más, aunque fuese una situación casi más complicada que la anterior. Pero no nos importo, ¿verdad? ya, sé que no. El caso es que no sé por qué razón pero ninguno dio el primer paso. Y nos quedamos los dos estancados; ENAMORADOS y estancados...Y nos queríamos, vaya que si nos queríamos. Pero no pudo ser, y aquí estoy ahora, contándote que has sido mi vida y yo la tuya y no hemos podido disfrutarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario