Por fuera soy de silencio. Por dentro soy de música.
¿La notas? Está ahí.
Corre por tus venas. Estimula tus terminaciones nerviosas.
Y tus recuerdos vuelven.
Tragas saliva, como si intentaras digerir los problemas con ella.
Y crees que puedes.
Subes el volumen.
Porque con ella absolutamente todo, es posible.
Mueves tus dedos al compás del piano.
Piensas..."Me gustaría aprender a tocarlo".
Pero...
Quizás ya no disfrutarías de la música como lo haces ahora.
¿O sí?
Me gusta leerte, manita... ¿Lo sabías? :)
ResponderEliminar¡Besazos!