martes, 6 de septiembre de 2011

Cuando la cagas, la lías, lo jodes, estropeas cada sentido de tu vida; cuando sientes que más que otra cosa lo único que haces es sobrar. Se te hace un pequeño nudo en cabeza garganta y corazón y lo único que quieres es que las leyes de la física y la naturaleza cambien para que se haga un pequeño agujero en el suelo y te trague. Te lleve hasta un lugar en el que ni sabes nada de nadie, ni nadie sabe nada de ti. Que sensación más nefasta. A veces parece mentira que la cosa que deseas con más fuerza te acabe arrastrando hasta un punto de desesperación y te llene la cabeza de estúpidas cosas que nunca debes hacer; pero haces. Abandonas. Lo ves todo negro. Total, al fin y al cabo por mucho que lo quieras ninguna fuerza divina va a hacer que venga a ti. Y tú ya no puedes más. A cada paso que das se te cae un pedacito más de tu pequeño corazón malherido, y cada vez es más difícil recomponerlo, porque ya ni el pegamento lo une. Pero ¿qué te queda? seguir hacia delante, por mucho que el pasado te intente arrastrar a él con sus garras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario