De la euforia al tormento en 24 horas, soy la misma persona un viernes
que un lunes, aunque no te lo creas. Dudo de todo. Fatalizo las
situaciones. Vivo y siento las cosas con una intensidad que podría mover
montañas. No conozco término medio. Llevo las emociones hasta los
extremos, puedo amar hasta volverme loca, o sentir total y absoluta
indiferencia. Cuando no puedo más, huyo. No se estar solo triste. Yo me
jodo, me atasco, me derrumbo, me auto-destruyo, me destrozo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario