Después de un tiempo aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no significa siempre seguridad. Aprenderás que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente. Aceptarás que hasta las personas mas buenas pueden herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que amar puede aliviar dolores en el alma. Descubrirás que lleva años construir confianzas y apenas unos segundos derruirlas, y que vas a hacer cosas de las que te arrepientas toda tu vida. Aprenderás que las grandes amistades siguen creciendo a pesar de la distancia, y que no importa QUÉ tienes, si no a QUIÉN tienes en tu vida. Que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Te darás cuenta de que puedes pasar grandes momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o sin hacer nada; sólo por disfrutar de su cumpañía. Descubrirás que muchas veces te tomas a la ligera a las personas que MÁS te importan. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán a ti, y que no ser flexible significa ser débil. Que por muy complicada que sea la situación siempre habrá dos lados. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que no importa en cuántos trozos se partió tu corazón; el mundo no va a pararse a que lo arregles. Entonces sabrás que la vida realmente vale la pena cuando tienes el valor de enfrentarla.