Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración. Su corazón latía a destiempo, apenas hacía ruido, pero sus latidos me decían que estaba nervioso. Le miré a los ojos. Él tenía la mirada perdida mientras me acariciaba el pelo suavemente.
-¿En qué piensas?- le dije, mientras apoyaba mi cabeza en su pecho
-En todo, la verdad. En mi vida-me contestó, sin moverse.
Me quedé en silencio, no respiré, no me moví.
-¿Y tú? ¿No piensas en eso? - Me preguntó, mientras intentaba mirarme a la cara.
-No.-Parecía indignado- No me gusta hacer planes. Prefiero tomar las decisiones en el momento.
-¿Decisiones en el momento? ¿Y no tienes ni el menor plan hecho, aunque sea en tu cabeza?
-Sí.- levanté la cabeza- Voy a besarte.
-¿Qué?¿Cuándo?
-Ahora- cerré los ojos y le besé. Nunca me había sentido tan agusto y a la vez tan nerviosa en mi vida. - No hace falta que digas nada.-Me despegué de él y me fui cabizbaja.
Él me agarró del brazo y me giró frente a él.
-Voy a besarte- me dijo. Y antes de que yo pudiera articular palabra alguna, me besó. - Era ahora o nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario