Las personas que entran en tu vida a menudo suelen marcharse tras cierto tiempo, y, aunque duele, a veces es lo mejor. Dicen que cuánto más tiempo sufres el dolor se hace más grande, y que suele ser mejor cortar desde raiz. He conocido muy pocas personas que han permanecido a lo largo de los años junto a mí, y ni siquiera algunas de ellas merecen la pena. También me he dado cuenta de que las personas que se marchan sin avisar y dejan en nuestro interior un dolor muy grande tras su pérdida, suelen ser las personas que más queremos y a las que mas necesitamos para ser felices. Cuando se marchan, tu vida da un giro de 360º lentamente, y tras ciertos momentos, vuelve a ser la misma. Existen personas que llegan a sustituir a aquellas que se marcharon y, aunque no sea lo mismo, llegan a obtener una importancia mayor que la persona que se fue. Tambien hay personas que entran tímidamente en tu vida, y que cuando menos te lo esperas, empiezan a meterse muy dentro de ti hasta que tu corazon encaja perfectamente con esa persona, que tan solo es una pieza más en el rompecabezas de la vida. Y es que, la persona más sencilla puede complementar de la mejor forma al organismo mas complejo, es decir, a nosotros. Y el amor es un puzzle, que tan solo podemos rellenar con una pieza, la persona perfecta. Y, a veces no nos damos cuenta de que la persona que tenemos es la indicada y la dejamos escapar, dejando un vacío dentro de nosotros. Pueden pasar muchas personas que intenten llenar ese vacío, pero a lo mejor ninguna encaja a la perfección en ese hueco. El amor es asi, tienes que arriesgarte sin saber lo que puede venir después, tienes que jugartelo todo a una carta y apostar por la persona que quieres, que, a veces, se marcha...
Supongo que los momentos que pasas con la persona indicada es la mejor recompensa que puedes tener después de haber luchado tanto.
Supongo que los momentos que pasas con la persona indicada es la mejor recompensa que puedes tener después de haber luchado tanto.
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